Aspiración phorno español indiscreta

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El turista Danny se movía lentamente por el barrio rojo, miraba a las asombrosamente hermosas y deslumbrantes sacerdotisas del amor, disfrutaba de sus cuerpos semidesnudos, pero ninguna de ellas despertó el interés del chico. De repente, una niña desafiante con una postura aristocrática y cabello blanco rizado apareció en la ventana lúgubre que se abría detrás del vidrio. La elegante prostituta europea Lantila se movía graciosamente, acariciando lánguidamente sus encantos y poniendo los ojos en blanco de placer fingido y fingido, abrió la boca y se mordió los labios, como si una fuerza invisible la empujara hacia atrás con su órgano invisible de amor. Danny se quedó paralizado, tenía muy poco dinero para superar las tarifas de una cortesana, el dinero en efectivo solo era suficiente para una succión inmodesta que, según los turistas sexuales, los puritanos locales hacen con habilidad. La misteriosa dama lanzó una mirada apreciativa al espectador helado, hizo una seña seca con el dedo y apretó el botón, dejando al joven entrar en el apartamento. La falta de luz y phorno español una modesta lámpara en el centro del techo crearon un efecto inusual, la rubia comenzó a acurrucar a su cliente en un sillón, encendiendo luces de colores con una felación frenética. Los ojos de Danny se adaptaron, comenzó a estudiar cada curva del cuerpo de Lantila, soñando con mirar sus hermosos ojos en el momento de la penetración del pene en la cavidad bucal, se desplomó en la silla con un sentido de su propia importancia y aun así lograba esa mirada engañosa debajo de su frente.