Placeres sexuales en el asiento videos de españolas follando trasero de un auto

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Los limpiaparabrisas del taxi londinense no pudieron aguantar el torrente de lluvia, que venía latiendo sin parar durante varias horas seguidas. En la calle había un clima húmedo, en el que el dueño no sacaba a un perro malo de la casa, pero el conductor tenía que ganarse un pedazo de pan. El primer pasajero de todo el día fue una rubia tetona de caderas anchas, casi elefantinas. Las tetas de la dama eran impresionantes, al igual que sus nalgas, como dos bolas juntas debajo de un trozo de tela. Apenas la regordeta cliente se echó la capucha hacia atrás, sentada en el asiento trasero del taxi, cuando el taxista chilló de alegría salvaje, casi extasiado por la reunión. La modelo erótica conocida por todos los ingleses pervertidos posó para la cámara, realizando extravagantes payasadas para la audiencia de Internet: “¡Quiero follarte y estoy dispuesta a dar doscientas libras por ello! - dijo el conductor, con una sonrisa de euforia en el rostro. En respuesta, la rubia negó con la cabeza. - ¡¡¡Cuatrocientos!!!" - El libertino no paró de regatear. La niña se ofreció a doblar el precio indicado, que era el salario semanal del conductor, y cuando él estuvo de acuerdo, pidió entrar en un callejón desierto para videos de españolas follando disfrutar de los placeres sexuales en el asiento trasero del automóvil. La puta no sabía que un taxista podría vender porno de coches con una celebridad, filmado con las cámaras ocultas de su taxi, por mucho más.